Todavía en el piso, se siente el fantasma pantalón
y el dorso del zarcillo, confort de cicatriz
Helado amado de brassier que escupe
en la boca que toca a cualquiera
Con 50 kilos de escombro bajo la piel,
no hay mucho qué hacer
Todavía en el piso, se siente el fantasma pantalón
y el dorso del zarcillo, confort de cicatriz
Helado amado de brassier que escupe
en la boca que toca a cualquiera
Con 50 kilos de escombro bajo la piel,
no hay mucho qué hacer