Todavía en mis manos
tu perfume
congela mi aire digital
para acariciar
el sentido eufónico
y canalizar espectro encinta.
No mancha
la duda
ni engancha la pena
cuando se suda el pudor
y el amor
se quema.
Quiero atarte a una silla
y hacerte sufrir
con mi cuerpo
y mi cosmos entero.
que padre escribes me encanta.